La actividad laboral en horarios no convencionales, condiciona al individuo a padecer molestias o trastornos tanto en el trabajo como fuera del mismo. Esas molestias o trastornos, incluso son un factor de riesgo que pone en peligro la salud, y este riesgo es muy acentuado en personas que trabajan durante la noche. Cuando se trabaja de noche, en varias ocasiones vienen muchas alteraciones que de mano de la alimentación nos ayuda a sobrellevar de una manera saludable.
Consejos para alimentarse mejor
- En lo que a dieta y alimentación se refiere, lo más acertado será dedicarle 5 minutos más a la preparación de la cena o comida en casa, y poder llevarla en un portacomidas, para no terminar comiendo en el bar o cafetería del trabajo, a base de bocadillos, sandwich, pastelería, acompañados siempre de cafés en exceso o gaseosas. Si la alimentación termina siendo así, está más que claro, que repercutirá en la salud y en la capacidad laboral de la persona.
- Si a las 4:00 am, tiene la necesidad de tomar alimento, debe consumir una fruta o un yogur, o porciones de jamón o pavo.
- Es recomendable no tomar carbohidratos ni azúcares en la noche, para que el organismo no los acumule en forma de grasa.
Recomendaciones dietéticas y distribución de la dieta
La alimentación debe adaptarse a cada caso en particular y al horario laboral.
- Realizar como mínimo tres comidas principales y dos meriendas, para evitar la hipoglucemia, ya que la misma afecta negativamente al rendimiento y capacidad laboral.
- Al realizar 5 comidas diarias, se evita el picar inadecuado o el comer exagerado en alguna comida principal, ambos potenciadores del aumento de peso corporal.
- Aquellas personas que después de la comida o cena, deban seguir trabajando, lo más adecuado será realizar un buen desayuno o merienda, para que así tanto la comida (almuerzo) o cena sean ligeros. De esta forma evitaremos esa ganas de dormir que produce una comida desequilibrada. La digestión será rápida, sin molestias y los riegos laborales no existirán.
- Los ajustes básicos de la dieta son: evitar comidas/cenas pesadas y grasosas, no consumir snacks, o comidas de paquete entre horas. No es conveniente abusar de bebidas estimulantes, azucaradas y gaseosas.
Ejemplo de menú, para quienes trabajan de noche
Desayuno: 6:30/7:00 am
- Lácteos: leche o yogur
- Cereal: pan, tostadas, galletas.
- Fruta
Media mañana o merienda: 13:00/14:00 hs (si es que a esa hora se despierta)
- Fruta + yogur, o solo elegir uno.
Comida: 15:00/16:00 hs
- Carbohidratos: pasta, arroz, legumbre, pan
- Proteínas: carnes, pescados, huevos, aves
- Verduras: ensalada o cocida
- Fruta o yogur
Merienda: 18:30/19:30 hs
- Yogur o leche
- Fruta
Cena: 23:00/24:00 hs
- Vegetales: ensalada o verduras cocidas
- Proteínas: carnes blancas o pescado
- Fruta o yogur
- Pan (1 rebanada o un panecillo pequeño)
Teniendo una mejor organización y dedicando más tiempo a una alimentación saludable, será factible combinar el trabajo, la familia y nuestras funciones corporales.