Los probióticos se definen como “microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas confieren un efecto beneficioso a la salud del hospedador”.
Beneficios como la mejora de la salud intestinal y la modulación del sistema inmune, reducción de la incidencia y la duración de la diarrea por rotavirus en niños y asociada al tratamiento con antibióticos en adultos.
También se ha observado que ciertos probióticos causan mejoras sintomáticas en el síndrome del intestino irritable y alivio del malestar digestivo, así como la reducción de la frecuencia y la severidad de la enterocolitis necrotizante en nacidos prematuros.
Existen alimentos que se les añaden probióticos como: yogurt, aceitunas y encurtidos, quesos fermentados y suplementos probióticos.