El jengibre es un rizoma apetecido en la cocina oriental, pero no es un simple condimento, este tallo subterráneo sorprende con sus múltiples agentes beneficiosos para el cuerpo humano. Acá te enseñaremos como sacarle el mayor provecho.
El jengibre puede ser preparado de muchas formas, en infusión por ejemplo se recorta la cascara, se corta en tajaditas seguidamente colocarlo en agua a punto de hervir, apagar, dejar reposar y listo, preparado de esta forma resultará muy beneficioso para la pesadez estomacal, dolores gastrointestinales, cólicos menstruales, vómitos, si va a viajar por mar o tierra podrá evitar nauseas tomando media hora antes una infusión de jengibre.
En decocción, que es cocinarlo de la misma forma pero en agua hervida es igualmente útil por ejemplo al tomar esta bebida caliente durante 2 días aliviara los síntomas de gripa y otras afecciones derivadas como la tos, ya que es un excelente expectorante.
La diarrea, úlceras, cálculos renales y todos aquellos problemas de circulación, también pueden ser evitados con el jengibre, lo mejor es que puede ser rayado o comprado como condimento en polvo e incorporarlo en sus diferentes comidas, sudados, arroces y guisos combinan muy bien con el rizoma terapéutico, además no olvide que aparte de tener un maravilloso aroma y sabor picante será un excelente medicamento natural dentro de su alimentación.